jueves, 4 de septiembre de 2008

Ingeniería Sismorresistente



Se puede decir que la ingeniería sismorresistente floreció en Venezuela después del terremoto de Caracas en 1967, donde, por fallas estructurales, edificios de reciente construcción para la época se derrumbaron. Hoy se puede hablar de un desarrollo sostenido de la actividad, siendo cada día más importante el aporte que recibe el sector de la construcción de esta disciplina, sobre la cual descansa la responsabilidad de establecer los parámetros que se deben seguir para el levantamiento de una construcción, sea cuál sea la naturaleza y uso de la misma, así como la proporción correcta de los materiales a utilizar.

El avance tecnológico también se ha hecho presente en el terreno de la ingeniería sismorresistente, la cual desechó el Coeficiente de Mayoración de Cargas como el único ele­mento a considerar a la hora de diseñar una estructura por otro concepto donde, además de estar presente este Coefi­ciente, se toma en cuenta la forma de la (s) estructura (s) con sus diferentes líneas de resistencia y otros elementos que la ayudan a que se comporte mejor.

Disposición geométrica de un edificio y efectos sobre la sismo resistencia

Son varios los elementos a considerar a la hora de evaluar la composición geométrica de una edificación: La simplici­dad, la simetría de volúmenes, la resistencia determinada por la forma, la disposición de los elementos estructurales y la sismo resistencia, elementos que le confieren un compor­tamiento homogéneo a la edificación ante la posible ocu­rrencia de un sismo; de allí que durante la etapa de diseño se debe procurar que la forma geométrica de la construcción se enmarque dentro de estos parámetros.





Simplicidad. Es necesario proyectar diseños sencillos que faciliten la distribución equilibrada de los elementos estructurales, evitando en lo posible formas irregulares.
Simetría. El diseño en planta establece una ubicación de las diferentes partes del edificio, de tal forma que sus volúmenes deben ubicarse de forma equilibrada respecto de los dos ejes que la cruzan.

Forma. La forma volumétrica más recomendable en construcción es la Regular, en la cual el volumen general del edificio se muestra compacto, sin irregularidades en su conformación geométrica, sin salientes o protuberancias; en fin, muestra una forma regular que lo habilita para resis­tir los efectos dañinos que un sismo le pudiera causar si su forma fuera diferente. La figura 45 da una idea del diseño que debe prevalecer a la hora de construir edificios.

Las formas Irregulares no son recomendables en la configuración geométrica general de los edificios. Es decir, edificaciones compuestas por volúmenes diferentes pero ligados unos a otros, que al ser afectados por el sis­mo se deforman y reaccionan de manera independiente no contribuyen al comportamiento homogéneo que es deseable y necesario para que las edificaciones respondan bien ante las fuerzas irregulares que un sismo comunica a la edificación.
Disposición de los elementos estructurales

Se debe evitar disponer todos los elementos estructu­rales en una misma dirección, pues si bien es cierto que la edificación resultante sería resistente a fuerzas sísmicas que se presenten en la misma dirección en que están localiza­dos las líneas resistentes (muros y/o pórticos), resultaría sumamente débil a fuerzas que viniesen en dirección per­pendicular.

No hay comentarios: