jueves, 4 de septiembre de 2008

Los Sismos


Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra, causado por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. En general se asocia el término terremoto con los movimientos sísmicos de dimensión considerable, aunque rigurosamente su etimología significa "movimiento de la Tierra". Un temblor de intensidad moderada llena de pánico a cualquier persona. Más aun a quienes todavía tienen frescas las imágenes del inmenso alud que sepultó al estado Vargas. Los principales centros poblados Del país se localizan a lo largo de un sistema de fallas que en cualquier momento podría ocasionar un terremoto.



Los estudiantes del IPC, no se encuentran exentos de vivir una situación difícil o mortal, en el peor de los casos, ya que este instituto se localiza en la ciudad capital, en esta pasa una falla que puede producir un siniestro de incalculable magnitud en cualquier instante. Además gran parte de los días estos estudiantes están alojados en el mismo. Por otra parte, aun conociendo esta triste realidad, las autoridades encargadas de prevenir siniestros, como las del propio instituto, no hacen nada que pueda disminuir posibles desgracias. Con efectuar una observación en las instalaciones se pronostica que pudiera ocurrir. La torre docente no cuenta con los requisitos mínimos para garantizarle la vida a quienes allí laboran y estudian.

Esto no se refiere a la estructura de la torre, ya que no se cuenta con informes sobre ella. Solo se plantean realidades superficiales. Como: El grave estado de ascensores, los mismos son utilizados por necesidad, aunque para nadie es un secreto el riesgo que se corre al utilizarlos. Las vías de emergencia no están actas para ser utilizadas y no existen señalizaciones que indique su existencia. Esto en un momento crucial causaría un colapso. En caso de presentarse incendios no existen medios para detenerlo. Así como estas irregularidades hay muchas otras que no son tomadas en consideración por nadie. Tal las personas de esta institución están blindas y aseguradas, incluso ante la muerte.

Contexto Geotectónico

La zona de contacto en Venezuela de las placas de Sudamérica y Caribe recorre el borde norte del país desde el Estado de Táchira, en la Frontera con Colombia, al de Delta, donde desemboca el río Orinoco, pasando por la ciudad de Caracas.
Este sistema de fallas se denomina Boconó-San Sebastián-El Pilar; y es donde se desarrolla el movimiento de componente horizontal entre ambas placas a una velocidad de entre 2 y 3 centímetros al año.

Historia sísmica en Venezuela

El terremoto más fuerte conocido en la zona se remonta a 1766, que con una magnitud más del orden de 7,9 produjo daños en Caracas, situada a 300 kilómetros del epicentro y se sintió en zonas tan alejadas como Maracaibo, a 800 kilómetros de distancia. Otros terremotos importantes se registraron los años 1543, 1766, 1794, 1797, 1805, 1839, 1853 y 1929.

Terremotos en Venezuela

Muchos han sido los terremotos que han ocurrido en Venezuela. Sin embargo, los más desbastadores fueron:





Caracas, 1967





Cariaco, 1997

Caracas 1967

La noche del 29 de julio de 1967 fueron varios los sismos que hicieron crujir la tierra en Caracas. “Hubo réplicas, pero la falta de registro impide tener evidencias más precisas de esas réplicas, pero están reportadas en los equipos ubicados en estaciones a nivel internacional”, explicó Gustavo Malavé, presidente de Funvisis. Los sismos menores tienen una duración entre 20 y 25 segundos, y este duró entre 35 y 40 segundos, indicó. El llamado terremoto Cúatricentenario, en alusión a los recién cumplidos 400 años de fundación de Caracas, no ha sido el más fuerte de la historia contemporánea, pues tuvo una magnitud de 6,5, en contraste con el sismo de Cariaco de 6,9 grados; no obstante, ha sido el que más daños ha causado en la época reciente de Venezuela, afirmó Malavé.

Se originó —añadió— “en lo que se conoce como la falla de San Sebastián, ubicada en el mar Caribe al norte de la costa central de Venezuela, al norte de los estados Carabobo, Aragua, Yaracuy y Vargas. Se extiende desde la parte oriental de Falcón. Se supone que esta falla también originó el sismo de Caracas registrado en 1900”. Caracas y el litoral central no fueron los únicos en estremecerse hace 40 años, en Maracaibo la tierra también se sacudió, causando alarma entre los marabinos.





Fotos tomadas durante las labores de rescate.


Edif. Neveri, Av. Avila, Urb. Altamira Norte, gráfica tomada por el comandante Rafael Blanco.





Cariaco 1997

La capital de Sucre es la ciudad de Cumaná, y cuenta con importantes poblaciones, entre las que podemos enumerar Araya, Carúpano, Güiria, Río Caribe, Cariaco, El Pilar, Marigüitar, San Antonio del Golfo y Casanay entre otras. En el censo realizado en el año de 1990 se registró una población de 679.595 habitantes, siendo el décimo estado con mayor población del país. De acuerdo a lo establecido en la Norma Venezolana 1752 del año 1987, la región es considerada desde el punto de vista de amenaza sísmica como zona IV, con aceleraciones de diseño de 0.36 G.
La ciudad de Cumaná ha sido reiteradamente afectada por sismos, destacándose los que ocurrieron en los años 1530, 1534, 1684, 1766, 1794, 1797, 1802, 1839, 1849, y 1929; los daños materiales y el número de víctimas registrados han permitido clasificarlos como de considerable magnitud. Particularmente devastador resultó el del año de 1929, con más de 100 muertos y aproximadamente 3.000 viviendas afectadas y/o destruidas.El sismo recientemente registrado en Venezuela fue el 9 de julio de 1997 a las 15 horas, 24 minutos (hora local de Venezuela), y este se registró en el estado Sucre un sismo de magnitud 6.9 (Mw), con epicentro en la hacienda “Aguas Calientes” en el área de Cariaco con las siguientes coordenadas:
Latitud:10.545º norte

Longitud:63.515º oeste

Profundidad:9.4 Km.


Los registros sismográficos en el momento del sismo fueron posibles gracias a los datos provenientes de la red de estaciones sismológicas de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS) y las estaciones sismológicas de largo período de la Red Sismológica Mundial. La mayor intensidad reportada fue de 8, coincidente con la zona epicentral reportada en Cariaco, de acuerdo al análisis del mapa de intensidades llevado a cabo por los especialistas de FUNVISIS.

Cabe destacar que el movimiento sísmico fue sentido en diferentes regiones de Venezuela particularmente en los estados Sucre, Monagas, Anzoátegui, Miranda y zona metropolitana de Caracas, así como en las islas vecinas de Trinidad y Tobago al norte de Venezuela.

“El sismo de Cariaco se considera el más grave ocurrido en Venezuela desde el terremoto que afectó a la ciudad de Caracas el 29 de julio de 1967”. En este último sismo resultó particularmente importante la ruptura superficial que se produjo en el segmento de la Falla del Pilar, con desplazamientos cosísmicos de aproximadamente 0,25 m y un proceso de licuación de suelos registrados en la línea de la costa. Aún cuando no se registraron mayores deslizamientos, se presentaron diversos derrumbes en tramos de carreteras, desplazamiento cosísmico a nivel de la carpeta asfáltica y ruptura de elementos de vialidad. De acuerdo a los datos de las redes de FUNVISIS, entre el 9 y el 14 de julio se habían registrado más de 1.500 réplicas, de las cuales 89 se produjeron el mismo día del sismo y 1.427 en los cinco días siguientes.

Los efectos del sismo causaron el derrumbe parcial o total y daños graves a las estructuras, especialmente en Cariaco y Cumaná y serias averías a las redes de servicios públicos de agua y electricidad. Hubo varias poblaciones afectadas tales como: los municipios Ribero en Cariaco, Sucre en Cumaná, Andrés Eloy Blanco en Casanay, Andrés Mata de San José de Aerocuar, Mejías en San Antonio del Golfo y el Pilar en Benites.

Para estimar la magnitud del terremoto y las actividades posteriores de manejo de desastres hay que tener presente las características de la ciudad de Cumaná, capital del estado, sede del poder ejecutivo regional con sistemas de construcción concebidos dentro de los conceptos de ingeniería estructural y servicios públicos para una población superior a los 230.000 habitantes; comparadas con la población de Cariaco, una comunidad rural, con un gran número de viviendas de bahareque, serias limitaciones en la red de servicios públicos y un ambulatorio con 20 camas de capacidad instalada, para una población de alrededor de 30.000 habitantes.

Las consideraciones del presente informe, en relación a las actividades de recuperación realizadas después del desastre, es decir, búsqueda, salvamento, protección, rehabilitación y reconstrucción, toman en cuenta las particularidades relativas a las comunidades urbanas y rurales. El mayor número de muertes ocurrió en dos construcciones: el edificio de uso residencial y de oficinas “Residencias Miramar” de siete pisos en Cumaná este fue totalmente destruido por el sismo y la escuela “Raimundo Martinez Centeno” de Cariaco. Asimismo, fueron considerables los daños en diversas instalaciones públicas y privadas de la zona. Los edificios de Cariaco fueron los que recibieron el mayor impacto, por la cercanía al epicentro del sismo y por las deficiencias de las construcciones.

El liceo “Raimundo Martinez” y la escuela “Valentín Valiente”, construcciones de concreto armado, sufrieron el colapso de pisos y módulos completos (losas de piso y techo), así como deformaciones permanentes en las losas, fallas en las vigas principales y trituramiento del concreto en columnas. Un grupo de ingenieros especialistas que inspeccionó los establecimientos después del sismo tomaron en consideración la forma de los edificios, detalles de construcción en la mezcla del concreto, armado de vigas, presencia de plantas libres, efectos de columna corta y definiciones de diseño estructural.Como la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FIDE), la Fundación Regional de la Vivienda (FUNREVI), y la Fundación para el Desarrollo Social del Estado Sucre (FUNDESOES), llevaron a cabo el censo y evaluaciones de daños a instalaciones de educación y vivienda en todo el estado Sucre.

Distintas instituciones adscritas al Gobierno Nacional y Regional suministraron la siguiente información:

♦ La infraestructura de los establecimientos de educación fue seriamente afectada en la mayor parte del estado, particularmente en Cumaná y Cariaco (181 establecimientos), aun cuando en sólo dos se registraron muertes. De los 445 planteles existentes en el estado, 381 resultaron afectados. En términos generales, 90% de los daños fueron considerados recuperables, tal como se desprende del cuadro No 1; sin embargo la necesaria sustitución de 29 centros afectó a una matrícula estudiantil de 5.878 alumnos.

♦ En lo que respecta a viviendas, aun cuando se encontró una ligera variación en los datos aportados por las fuentes consultadas, resulta significativa la diferencia cuantitativa de daños registrados en el área de Cumaná, en comparación con los daños en poblaciones rurales más cercanas al epicentro (ver cuadros 2 y 3).

Los establecimientos de salud del distrito sanitario Cumaná, solo presentaron daños menores en la mampostería que no atentaron contra la intregridad física de las estructuras en su mayoría presentaron grietas en tabiquerías, elementos decorativos, o no tuvieron daños aparentes, los establecimientos más importantes como el Hospital Universitario “Antonio Patricio de Alcalá” (Tipo IV) y el Hospital “Dr. Julio Rodríguez”(Tipo II).

La Fundación del estado Sucre para la Salud, “Fundasalud”, reportó 70 personas fallecidas como consecuencia del derrumbe de los edificios afectados, y sólo tres muertes ocurrieron después de ingresar los heridos a los establecimientos de salud. Fue posible identificar el número total de muertos gracias a la participación de los servicios de medicina forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, y a la ayuda de familiares de las víctimas. Las lesiones más comunes fueron laceraciones, contusiones, fracturas abiertas de las extremidades, aplastamiento de diverso grado, contusión, traumatismo craneoencefálico y hemorragia, registrándose en todo el estado Sucre un total de 531 heridos. La mortalidad y morbilidad de acuerdo a la información suministrada por la Dirección Regional de Defensa Civil del estado Sucre, y corroborada por la Dirección Nacional de Defensa Civil, encargada de la coordinación general de las actividades de recuperación posterior al desastre, el número de muertes fue de 73.

Referente a la morbilidad registrada después del sismo, se pudieron obtener datos del Hospital "Santos Aníbal Dominicci", de la ciudad de Carúpano, donde fueron referidos los pacientes del Hospital “Diego Carbonel” de Cariaco. El informe clasifica a los lesionados de acuerdo a diferentes categorías del traumatismo: 87 pacientes con heridas leves, 45 con heridas de cirugía menor y 18 con heridas de cirugía general, con un total de 150 pacientes atendidos.

Antes del sismo, la población de Cariaco tenía un programa de racionamiento de agua debido a problemas con el colector principal de 15 pulgadas, previsto para la descarga de aguas residuales. Solo cerca del 85% de la población tenía agua potable, con una capacidad de 80 L/segundos]] desde la planta de tratamiento. Como consecuencia del sismo, el servicio sufrió serios daños en la red de conducción y distribución interna en la ciudad, debido fundamentalmente a quiebres de tuberías, rupturas de válvulas y fallas en alimentadores principales. No se registraron averías en los tanques de almacenamiento y sistemas de captación, debido principalmente a que no se produjeron grandes deslizamientos de tierra, aunque si se presentaron algunos derrumbes y caídas de piedras en ciertos sectores.

La paralización de la red del servicio de suministro de agua fue total. Fue necesario acondicionar un programa de abastecimiento por medio de camiones cisterna y la apertura de dos centros de abastecimiento de agua adicionales al que existe en la zona de El Cardón. Aun cuando no se contabilizaron los daños por km de tubería, se constató que se realizaron 480 reparaciones por parte de contratistas privados, coordinados y supervisados por la empresa operadora del servicio.


DEFORMACIÓN PARCIAL DEL AFALTADO EN EL TEMBLOR DE CARIACO DE UNA INTENSIDAD DE 6.6 APROXIMADAMENTE



ESTRUCTURA DE 2 PISOS COLAPSADA POR FALLAS EN SU CONSTRUCCIÓN, Y MOVIMIENTO TELÚRICO EN LA CIUDAD DE CARIACO

VISTA TRASERA DE LA IMAGEN ANTERIOR.


VISTA DE UNA COLUMNA FRACTURADA POR EL SISMO, Y FALLAS EN SU CONSTRUCCIÓN.



DEBILITAMIENTO Y DERRUMBE DE LA PRIMERA PLANTA.

En esta estructura de tres pisos fallecieron 33 personas.La estructura fue construida en el 1987 y su sistema estructural constaba de marcos de hormigón armado relleno en ambas direcciones.



La primera planta de la estructura colapsó en su totalidad.


Los pupitres fueron capaces de resistir el techo de la primera planta.

Estudios Geotectónicos o de Ingeniería Geológica conjuntamente con la Ingeniería Civil


Los estudios fueron realizados para los dos siguientes fines:

A) SALVAR VIDAS.

B) EDIFICACIONES ANTISÍSMICAS QUE PERDUREN SIN MAYOR DAÑO.


En 1997, se celebraba el 30 aniversario del terremoto de 1967 en Caracas, cuya duración fue de entre 35 y 40 segundos, que destruyó zonas como Altamira y Los Palos Grandes. Cariaco quiso aparecer de nuevo en el registro sísmico. El área del siniestro se puede limitar a un círculo situado en el epicentro y de un radio de 70 kilómetros, donde el número de víctimas alcanzó las cifras de 73 muertos, 531 heridos y 5.000 damnificados. En Cariaco, a menos de 10 kilómetros del epicentro y sólo a unos cientos de metros de la traza de la ruptura en superficie, dos colegios colapsaron sepultando a 30 escolares. En la Escuela Básica Valentín Valiente, una edificación de dos alturas y planta rectangular simétrica, se detectaron fallos en el diseño de la estructura y una profusión estrecha entre Cariaco y Chinguana.
El efecto más sorprendente del terremoto de Cariaco ha sido una rotura del terreno en superficie de al menos unos 30 kilómetros de longitud y un desplazamiento medio de unos 25 centímetros entre el Muelle de Cariaco y Las Varas. No tiene componente vertical visible y alcanza hasta 3 y 4 metros de anchura. Dicha ruptura se cruzó con algunas carreteras de la zona, inutilizando varios tramos por deslizamientos, derrumbes y en algunos casos, por efecto de la licuefacción o pérdida de consistencia del suelo. No obstante, los efectos geológicos del terremoto se concentraron en la costa y en lugares dispersos del interior. Tanto la licuefacción como los derrumbes y deslizamientos de terreno, se localizan principalmente en las cercanías de ríos, canales, barras fluviales, zonas ganadas al mar y en la costa. Algunas presas de tierra de pequeño tamaño, utilizadas para irrigar extensiones cultivadas de tipo familiar, se deslizaron rotacionalmente debido a los efectos de la licuefacción.

El terremoto de Cariaco ha sido considerado por los expertos locales como el evento sísmico más importante desde el terremoto de Caracas de 1967. Además de los siniestros mencionados, se produjeron daños en muchas viviendas de bahareque (barro y caña) y va a ser una experiencia traumática para la economía de la zona. Por otra parte, el colapso de los recientemente construidos edificios de oficinas y colegios merece un análisis más profundo. Una lección que sirve para mantener alerta a un país donde los terremotos importantes han ocurrido cada 30 años como media durante este siglo. Tiempo suficiente para no olvidar y prevenir.

Por esa razón, las edificaciones están reguladas por normas técnicas que pretenden garantizar la resistencia de las estructuras contra los sismos. Pero en todo el territorio nacional hay construcciones que podrían no soportar un temblor severo. Según los especialistas, las edificaciones vitales (cuarteles de policía y bomberos, liceos, escuelas, hospitales y en este caso particular, el IPC) deberían ser sometidas a evaluaciones estrictas sobre resistencia sísmica.

Estas construcciones, en su mayoría, fueron diseñadas de acuerdo con exigencias técnicas anticuadas. "Este es un punto muy sensible, que debe abordarse con seriedad", afirma Oscar López, investigador del Instituto de Materiales y Modelos Estructurales (IMME) de la Universidad Central de Venezuela.

López recuerda una lección que dejó el terremoto de Cariaco, estado Sucre, ocurrido en julio de 1997. El sismo acabó con las estructuras de dos escuelas de la zona y provocó la muerte de docenas de estudiantes que se encontraban en ambas instalaciones. El colapso de los centros educativos -que suelen ser puntos de concentración para los afectados por desastres- llamó la atención de los expertos.

"Esto nunca debió pasar, pues las escuelas deben diseñarse con precauciones especiales", explica el profesor de ingeniería sísmica.

Los restos de estas instalaciones fueron sometidos a estudios que arrojaron dos conclusiones: las estructuras presentaban errores en principios básicos de construcción, e incumplían normas de diseño para garantizar la resistencia contra sismos.

"Sabemos que construcciones idénticas y con los mismos defectos se encuentran en diversos lugares del país", advierte el investigador de la UCV”.

El Instituto Pedagógico de Caracas podría ser uno, como estos. Hay muchas deficiencias observables, tales como: lámparas inestables, por estar despegadas de los techos que en cualquier momento pueden llegar a electrocutar a alguien, los laboratorios poseen productos en estantes sin protección, que podrían caer y explotar, mas aun si el movimiento es repentino como el de un sismo, no existen extintores, los ascensores se encuentra en pésimo estado.

Las escaleras de emergencia en algunos pisos están despegadas de las columnas, además las entradas de acceso a ellas se encuentran cerradas en el primer y ultimo piso. En este instituto, no hay signos convencionales o señalizaciones en ningún lugar, en caso de presentarse un evento de tal magnitud, muchos no sabrán ni a donde ir, esto creara confuncion y tal vez cosas peores.

A través de algunos comentarios recopilados por personas que pertenecen a este ámbito laboral y estudiantil, se pudo evidenciar que no tienen conocimiento de cómo actuar ante una situación tan embarazosa, ya que no se dictan talleres o charlas que cumplan con informar sobre este tema. Así que se puede decir que muchas de las personas que conforman la comunidad Ipecista, no se encuentran preparadas para enfrentar tal momento

Soluciones habitacionales

Las preocupaciones no acaban con la revisión de las instalaciones estratégicas. Se considera necesario evaluar los modelos de vivienda de construcción masiva, propuestos para enfrentar el déficit habitacional. "Estos sistemas constructivos deben ser examinados con conciencia, especialmente en lo referido a la resistencia contra sismos y la durabilidad de los materiales de la vivienda". López (2000)
La importancia de esta aseveración no deja lugar a dudas: "Un sólo diseño puede decidir la vida de miles y miles de personas", sentencia López. Una paradoja toma cuerpo a medida que pasa el tiempo. Las viejas edificaciones deben adaptarse continuamente a las nuevas regulaciones antisísmicas. Este imperativo choca contra la realidad. "No conozco de ningún plan orientado a lograr este objetivo", dice el investigador del IMME.
La incertidumbre es el signo que marca las hipótesis de la ingeniería sísmica: nunca se sabe cuándo temblará, ni dónde, ni con qué intensidad. Ni siquiera se puede estar completamente seguro de que una edificación quedará destruida por un temblor. Pese a ello, las normas fijan metas posibles de cumplir según los especialistas: las estructuras nunca deben colapsar ante sismos severos. Los temblores menores no deben provocar daños, y los moderados, sólo desperfectos reparables.

Regulaciones estrictas

La última normativa contra sismos fue publicada en febrero del año pasado, en la Gaceta Oficial No. 36635. Redactores de estas normas advierten que hay evidencias de su incumplimiento, lo que resulta irónico si se recuerda que ocho de cada 10 venezolanos habitan zonas amenazadas por actividad sísmica. López observa indicios de vulnerabilidad: "Se puede aseverar que estas regulaciones no se cumplen estrictamente en todo el país". El investigador no señala casos concretos, "pues hay que realizar los estudios respectivos antes de emitir algún juicio".
Arnaldo Gutiérrez, integrante de la comisión técnica que redactó las normas, opina que las autoridades no ejercen controles efectivos para garantizar el cumplimiento de las exigencias en la construcción de edificaciones resistentes a los sismos.
"También ha habido negligencia para divulgar las normas", dice Gutiérrez, quien es profesor de la Universidad Católica Andrés Bello. Como prueba de ello, asegura que "las nuevas generaciones de ingenieros y arquitectos ignoran la existencia de la nueva regulación".
Según el experto, "no existe un organismo encargado de supervisar el cumplimiento de la normativa". Hasta la década pasada, las municipalidades tenían la responsabilidad de revisar los cálculos sobre variables antisísmicas consignados en los proyectos de construcción. Pero el proceso de otorgamiento de permisos, explica Gutiérrez, "se hacía engorroso".

Sin vigilancia

La Ley Orgánica de Ordenamiento Urbanístico -promulgada durante la administración de Luís Herrera Campíns- descargó toda la responsabilidad al respecto sobre los hombros de proyectistas y constructores. Estos pueden ser sancionados penalmente en casos de incumplimiento de las normas, con lo cual cualquier castigo se impondría después de una eventual desgracia. La comisión que elaboró la normativa de 1999 propuso crear una autoridad supervisora, integrada por universidades, constructores y el Colegio de Ingenieros, entre otras instituciones. Sin embargo, la proposición quedó en el limbo y su discusión naufragó en medio del proceso de reorganización del Ministerio de Infraestructura.
"Ni siquiera se sabe con claridad cuál será el papel de este ministerio para velar por el cumplimiento de la normativa", afirma Gutiérrez.
En algunos municipios, como Chacao, la inspección de las obras es también responsabilidad de los constructores. Estos contratan ingenieros residentes, que a su vez deben presentar a las alcaldías informes semanales sobre el desarrollo del proyecto. Modalidad que ejemplifica un conocido refrán popular: "Se pagan y se dan el vuelto". En otras alcaldías -Baruta, por ejemplo-, los promotores cancelan una tasa impositiva, de la que se obtienen los recursos para pagar los honorarios de inspectores de obras que trabajan a destajo."Las inspecciones son vitales para comprobar que las edificaciones respeten los planos originales y no sean modificadas arbitrariamente, a medida que avanza la construcción", explica Jorge González, jefe del Departamento de Ingeniería Sísmica de la Fundación para las Investigaciones Sismológicas (Funvisis), adscrita al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Acelerógrafos retardados
Un capítulo completo de la normativa vigente exige la instalación en edificaciones de importancia de equipos -llamados aceleró grafos- capaces de medir el impacto de los temblores. "Estos aparatos son muy importantes para recabar datos que permitan corregir fallas y reforzar estructuras", explica González. La norma exige que estos aparatos se instalen, entre otros sitios, en desarrollos con más de 40 viviendas unifamiliares, en instalaciones de "importancia singular" y en construcciones con más de 10 niveles de altura.En Caracas, de acuerdo con el organismo estatal, sólo existen siete acelerógrafos. Esta cifra está muy alejada de la densidad ideal, calculada en un millar de aparatos para la ciudad capital. Los equipos se encuentran en la propia sede de Funvisis, Intevep, Las Danielas y Parque Central, lugar que tiene un acelerógrafo averiado desde hace por lo menos una década. Adicionalmente, hay otros tres equipos en las estaciones de Metro de Plaza Sucre, Chacaíto y Plaza Venezuela
"Los propietarios de los edificios no siempre están interesados en invertir dinero para comprar estos instrumentos, cuyo precio oscila entre 5.000 y 8.000 dólares", explica el funcionario de Funvisis. Un aporte de capital poco significativo, si se piensa en construcciones millonarias algunos centros comerciales, por ejemplo- que no cuentan con estos aparatos.
Lejos de Japón
Como dato curioso, los investigadores de Funvisis recuerdan que en cualquier pequeña municipalidad japonesa pueden hallarse hasta 80 acelerógrafos. La flexibilidad no deja buenos resultados. El terremoto de Caracas, ocurrido en julio de 1967, arrojó como lección que las edificaciones deben cumplir rigurosamente con las normas de sismo-resistencia. Ese temblor, considerado moderado, provocó el colapso de numerosas estructuras y la muerte de 236 personas. "Cada sismo deja lecciones que no se pueden olvidar", dice José Antonio Rodríguez, investigador de Funvisis.
Cuando ocurrió el desastre estaba vigente, desde 1955, un reglamento que no incorporaba los últimos conocimientos sobre ingeniería sísmica. Cuatro meses después del terremoto, se publicó un reglamento provisional cuya vigencia se prolongó hasta 1982. La experiencia de Caracas sirvió como referencia mundial para la actualización de las regulaciones sísmicas en numerosos países. Pero la rigurosidad inicial perdió impulso en Venezuela.
"Al principio hubo firmeza en la aplicación de las normas, pero progresivamente se ha perdido cuidado en esta materia", asegura Eduardo Arnal, experto en estructuras y ex decano de la Facultad de Ingeniería de la UCV. Países con amplia experiencia en terremotos -Estados Unidos y Japón, entre otros- adaptan de manera permanente las normativas sobre sismo-resistencia. La comisión técnica que redactó las normas venezolanas ha funcionado -según algunos de sus miembros- epilécticamente en los últimos 12 meses. Lo que constituye una mala noticia, pues no se puede descansar en la prevención de las tragedias.

Caracas: Una ciudad riesgosa

Eduardo Arnal, ex decano de la Facultad de Ingeniería de la UCV, afirma que Caracas es una zona de alto riesgo sísmico.
"Los movimientos registrados en la capital no han sido grandes en comparación con los del oriente del país, pero aquí existe un elevado peligro por la densidad de edificaciones".

Alfonso Malaver, ingeniero sísmico, asevera que 75% de los habitantes de la capital viven en zonas de moderada y alta sismicidad. "No cabe duda de que en un terremoto los ranchos recibirán el mayor impacto, porque los suelos donde están asentados son blandos y con frecuentes deslizamientos", reitera Arnal.

Los expertos opinan que San Bernardino, Los Palos Grandes, Altamira y Parque del Este conforman zonas críticas en el caso de que ocurra un sismo. Estas urbanizaciones fueron construidas sobre suelos aluvionales, formados por los sedimentos que durante miles de años descendieron del Ávila. "Por ejemplo, en San Bernardino existen infraestructura vital que podría sufrir daños severos. En Los Palos Grandes y las áreas vecinas se encuentran construcciones residenciales y comerciales que también corren riesgos similares", advierte Malaver. Aunque se conocen los riesgos, continúa el crecimiento urbanístico en municipios de riesgo como Chacao. Juan Vicente Manzano, asesor de la Dirección de Ingeniería Municipal de esa alcaldía, señala que es inevitable el crecimiento urbanístico, porque predomina el derecho de propiedad de los dueños de los terrenos. "Mientras cumplan con los requerimientos exigidos en las ordenanzas, la alcaldía no puede paralizar nuevas construcciones".

Colinas de Santa Mónica y Colinas de Bello Monte son otras urbanizaciones que no escapan al riesgo sísmico. Los expertos indican que esos terrenos tienden a ser geológicamente inestables, y algunas construcciones se ejecutaron sin considerar las características morfológicas. Pero el meollo del asunto no sólo se relaciona con las peculiaridades naturales de los suelos o la geología del terreno, sino también con el marco legal que regula las construcciones. "En muchos proyectos urbanísticos que se han ejecutado en Caracas, se viola descaradamente la Ley de Ordenación Urbanística. Un ejemplo es Alto Prado, donde se construyeron edificios en terrenos inestables, y ya conocemos los fatales resultados", señala Arnal.
Arnaldo Gutiérrez, ingeniero sísmico, reclama que las mismas autoridades hayan transgredido las regulaciones de la Ley de Ordenación Urbanística. "El antiguo Ministerio de Desarrollo Urbano, que elaboró esta ley, también tuvo la facultad de violarla. Esto crea un vacío de autoridad que, junto con la ausencia de planes reguladores de las ciudades, incentiva la anarquía urbanística".

Poca cultura

Un terremoto es un evento inevitable. Por eso, es clave la manera cómo los ciudadanos puedan comportarse frente a tales catástrofes. Manuel Santana, jefe de Planificación para Casos de Desastres de los Bomberos del Distrito Federal, asegura que los venezolanos no tienen la preparación para actuar adecuadamente en momentos de emergencia. "Un alto porcentaje de personas ignora cómo debe comportarse", dice el funcionario. Esta es la médula del problema, para Santana: "La formación de la ciudadanía es más importante que los planes para responder a eventualidades". Una conclusión es tan inevitable como cualquier gran tragedia: "No tenemos cultura de emergencias y dejamos de lado las previsiones para disminuir los efectos de un suceso inesperado".
Los bomberos del Distrito Capital trabajan desde hace cuatro años, junto con FEDE y el Colegio Nacional de Bomberos, en un programa comunitario que tiene como propósito divulgar entre estudiantes las normas de actuación en incidentes de riesgo. "Empezamos con los niños, jóvenes y personal docente -detalla el funcionario-, para luego extender estos conocimientos a sus familiares y a la comunidad. Este proyecto se desarrolla a escala nacional, y hemos abarcado ya 150 escuelas". Igualmente, Funvisis desarrolla un programa similar -denominado Aula Sísmica Madeilis Guzmán-, que ha servido para instruir a más de 3.000 personas, especialmente niños. Existen esfuerzos para incluir una materia dedicada a emergencias en el pensum de estudio propuesto por el Ministerio de Educación para los niveles medio y básico.

Ampliar la red

La suerte salvó del desastre cinco sismógrafos adquiridos por Funvisis. Los equipos se encontraban en los depósitos de un agente aduanal, cuyas oficinas sobrevivieron al alud torrencial que sepultó al estado Vargas. Los investigadores del organismo no dudan de calificar los aparatos como "estratégicos" para recabar datos sobre la actividad sismológica del país, donde ocurren mensualmente cerca de 20 movimientos telúricos.
En Funvisis nadie se siente conforme con la densidad de la red de sismógrafos existente en el país: unos 40 aparatos, distribuidos a lo largo del sistema de fallas que recorre a Venezuela. Una densidad mayor de sismógrafos permitiría, por ejemplo, determinar casi de inmediato el epicentro de algún movimiento telúrico y la profundidad de la fractura que provocó el temblor.
La utilidad de esta información rebasa el mero interés científico. Fran Audemard, jefe del Departamento de Ciencias de la Tierra de Funvisis, asegura que una evaluación rápida "permitiría una respuesta temprana frente a una emergencia sísmica". Actualmente hay que esperar al menos 30 minutos para identificar el lugar de origen de un movimiento telúrico. La organización tiene en marcha un plan para incrementar el número de estos equipos. Cada aparato tiene un valor aproximado de 15.000 dólares. La prioridad es adquirir equipos de "banda ancha", capaces de registrar, sin saturarse, los temblores de mayor intensidad. Sin información, no hay planes de prevención posibles.

Perfil resistente

Las normas para garantizar la resistencia sísmica de las edificaciones son de alta complejidad técnica. La comisión encargada de elaborar la normativa sobre la materia debió revisar durante tres años una primera versión del proyecto, con la finalidad de hacer fácilmente comprensibles las reglas a para arquitectos e ingenieros civiles.
Oscar López -investigador del Instituto de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad Central de Venezuela- explica un principio que deben cumplir las instalaciones resistentes a los temblores: "Deben permitir el daño controlado de las estructuras, con el fin de que se disipe la energía provocada por los sismos". Esta norma fundamenta igualmente el diseño de las últimas tecnologías para estructuras antisísmicas: se colocan estructuras flexibles en las propias bases de los edificios, lo que permite el bamboleo controlado de las estructuras. "Es otra forma de liberar energía", añade López. Según el investigador, es fundamental que vigas y columnas estén lo menos separadas que se pueda, lo que constituye una condición esencial para mejorar el desempeño en caso de temblores. Igualmente, recuerda López, las estructuras regulares son menos frágiles que las irregulares. "Esto se ha comprobado en la experiencia de la mayoría de los terremotos".
Un ejemplo son los edificios, cuyas paredes desaparecen en las plantas bajas y estacionamientos. "Hay que tomar precauciones adicionales en estos casos, y así está contemplado en las normas", explica López. Una última condición de las edificaciones sismo-resistentes es la de "respetar el diseño".

¿Qué es un sismo?

Un sismo es un movimiento súbito e impredecible de una parte de la corteza terrestre, ocasionado por fuerzas que tienen su origen en el interior de la Tierra.
Pueden ser de origen tectónico, producidos por el despla­zamiento de bloques de la litosfera, o volcánico, producido por la extrusión de magma hacia la superficie. En ambos casos hay una liberación de energía acumulada que se transmite en forma de ondas elásticas, causando vibracio­nes y oscilaciones a su paso a través de las rocas sólidas del manto y la litosfera hasta “arribar” a la superficie terrestre.
Los terremotos pueden ser superficiales, intermedios o profundos, dependiendo de su localización. En relación a este punto hay diferentes criterios, sin embargo citaremos a Bruce Bolt, quien localiza los sismos superficiales en la franja que va desde 0-70 km, los intermedios entre 70-300 km, y los profundos entre 300-700 km.
En el caso de Venezuela, casi todos los sismos destructores han sido de origen superficial, ejemplos lo constituyen el de Ca­riaco (09 de Julio de 1997) y el de Caracas (29 de Julio de 1967). Otro sismo superficial de reciente data es el que se sintió en Ca­racas y zonas circunvecinas el 31 de octubre de 2001.

¿Dónde y porqué se producen los sismos?

Antes de dar respuesta a ambas interrogantes, hay que pasearse por la teoría del movimiento de los continentes, cuyas primeras ideas fueron esbozadas por el alemán Alfred Wegener en 1912, quien aseguraba que hace 200Millones de años los continentes estaban juntos, formando una gran masa o supercontinente llamado Pangea, fractu­rado y dispersado después por grandes movimientos hori­zontales. Para avalar su teoría analizó los mapas geológicos donde se demostraba la existencia de tipos de roca muy similares entre Norteamérica y Europa, y Suramérica y África. Datos aportados por paleontólogos y climatólogos contribuyeron a darle fuerza a su teoría; sin embargo, en ese entonces, nadie creyó en su propuesta sobre el movimiento de los continentes.

Hacia 1960, nuevos datos permitieron reactivar las ideas de Wegener, donde se demostraba que los continentes sí se movían, pero como parte de un movimiento mayor, cuya clave estaba en las profundidades del mar.


Los estudios sobre el fondo del océano Atlántico arro­jaron una serie de descubrimientos importantes: la existen­cia de cordilleras submarinas o dorsales centro-oceánicas que pasan por todos los mares y cuya extensión acumulada es de unos 80.000 km, que en su parte central dichas cordi­lleras se dividen en dos mitades y en el medio hay muchos volcanes activos y emanaciones de aguas calientes; asimis­mo, se descubrió que en todos los mares hay trincheras o fosas muy profundas, de 8.000 m o más, mientras que la profundidad promedio de los océanos es de unos 4.000 m y -lo más impactante- que las rocas del fondo del mar no pasan de los 200 millones de años.












La Tierra, hace 200 millones.
La Tierra hoy.

Daños

Para sorpresa de los investigadores también se constató que la capa de sedimentos era bastante delgada, de 500 a 1.000 m de espesor, a pesar de que por millones de años se ha sedi­mentado una cantidad inimaginable de toneladas de lodo y restos de seres vivos.

Aquí cabe preguntarse, ¿qué relación existe entre el fondo del océano y el movimiento de los continentes? La corteza es la sección del planeta más superficial y a la vez la más cercana al manto, que es donde se desencadenan las fuerzas que den origen al desplazamiento de los continen­tes y por ende a los terremotos.
* Corteza marina: 5 km.
* Corteza continental: 30-60 km.
* Manto2.885 km: Zona de subducción
* Corteza continental
* Corteza oceánica
* Manto superior
* Astenósfera
* Dorsal medio oceánica
* Litósfera
* Corrientes De convección

Un viaje al centro de la Tierra

Si pudiéramos cortar una porción de la Tierra como si se tratara de un trozo de torta, veríamos como las muchas capas encajan e interactúan.
* Núcleo exterior 2.270 km.
* Núcleo interior1.216 km.
Harry Hess y Robert Dietz, propusieron, en 1961, teorías similares que explicaban los datos obtenidos de los fondos marinos. Señalaban que en las hendiduras centra­les de las cordilleras oceánicas se forma constantemente roca nueva, que sube fundida desde la astenosfera y que se enfría y acumula originando las estructuras montañosas; es decir, constantemente se está formando corteza oceáni­ca. Esta corteza formada en las cordilleras submarinas se mueve lateralmente de manera lenta por el fondo del mar y, eventualmente, choca con la corteza continental, formada por rocas que son más livianas que las que constituyen la corteza oceánica. Cuando las dos chocan, esta última se hunde originando las conocidas fosas y regresando de esta manera al manto.
Los continentes se localizan sobre las placas tectónicas y son arrastrados por el movimiento que generan las mismas.

Tectónica de Placas

Según esta teoría, la litósfera está seccionada en placas que se encuentran sobre el segundo nivel del manto o as­tenósfera, que es más plástico o pastoso. Dichas placas, separadas por cadenas montañosas o fosas, se mueven lentamente, chocando o rozándose unas con otras. Por el centro de estas cadenas montañosas, sube constantemente material fundido del manto y por las fosas baja roca de la corteza oceánica hacia el manto.Las placas se mueven relativamente entre ellas y en los bordes o zonas de interacción pueden producirse algunos de los siguientes fenómenos:

1) Formación de nueva corteza: El desplazamiento del magma, fundido y muy caliente, que escapa hacia el ex­terior provoca volcanes y terremotos de magnitud variable. Como ejemplo están los volcanes del centro del océano Atlántico.

2) Roce entre placas: Al pasar una al lado de la otra se crean esfuerzos, los cuales se liberan violentamente cuan­do las rocas llegan a su punto de fractura. Esta situación produce terremotos que pueden llegar a ser de naturaleza variable. Un caso como este es lo que ocurre mayormente al norte de Venezuela.

3) Choques entre placas: Aquí se pueden dar 3 situa­ciones:Choque de dos placas continentales. Debido a su poca densidad ninguna se hunde, pero el choque hace que se arruguen formando una cadena montañosa, como la de los Himalayas y los Alpes, por ejemplo. Este tipo de choque también produce frecuentes terremotos



Choque entre una placa oceánica y una placa conti­nental: Como la corteza oceánica es más densa, la placa subduce, regresa al manto y forma las grandes fosas que se han encontrado en los bordes de los océanos. Como consecuencia del choque se arruga la corteza y se forma una cadena montañosa. El choque de las dos placas y el descenso de la placa con corteza oceánica hacia las profundidades del planeta, también produce tensiones. Entre las rocas, que pueden llegar a provocar terremo­tos. Uno de los mejores ejemplos es la cordillera andina, desde Colombia hasta Chile.






Convergencia Oceánica-Continental. Fuente: Moore, 1996.



Choque de dos placas oceánicas: Aquí se hunde la más delgada o más densa de las dos. También ocurren terremotos y volcanes y se pueden originar islas volcá­nicas, como ocurre en las Antillas. Los investigadores tienen argumentos para justificar el movimiento de las placas tectónicas: que la salida del mag­ma caliente empuja a las placas y las aleja unas de otras, que la subducción en las fosas oceánicas arrastra al resto de la placa y la hace moverse, que estas placas se mueven debido a que en el manto se forman corrientes de convección.

Esta última hipótesis es la más aceptada y significa que la roca del manto cercano al núcleo terrestre se calienta y, por lo tanto, se hace menos densa y sube. Al subir desplaza hacia abajo la roca más fría, que a su vez se calienta y sube. Se establece así un movimiento en circuito cerrado de la masa rocosa. Este movimiento empuja entonces a las pla­cas de arriba produciendo su desplazamiento.


Placas tectónicas

¿Qué son ondas sísmicas?

Son oscilaciones que se propagan desde una fuente (foco o hipocentro) a través de un medio material elástico (sólido y líquido) transportando energía mecánica. Se cla­sifican en Corpóreas y Superficiales. Las Corpóreas viajan por el interior de la Tierra y se clasifican en Primarias (P) y Secundarias (S). Las Superficiales, como su nombre lo indica, se desplazan por la superficie del planeta y se dividen en Ondas Love (L), llamadas así en honor al investigador ­que las descubrió, y Ondas Rayleigh (R), por la misma circunstancia.

Tipos de Ondas

* Ondas Primarias (P): Son las primeras en alcanzar la superficie terrestre. Viajan a través de rocas sólidas y materiales líquidos, siendo sus vi­braciones longitudinales. Su efecto es similar a una estampida sónica que retumba y hace vibrar las ventanas.


* Ondas Secundarias (S): Viajan más lento que las ondas P, por lo que arriban con posterioridad a la superficie terrestre. Producen Movimientos de las partículas sólidas en dirección perpendicular al sentido de propagación. No se propagan a través de las partes líquidas de la tierra. Su movimiento es de arriba abajo y de lado a lado, sacudiendo la superficie del suelo vertical y horizontalmente. Este es el movimiento respon­sable del daño a las estructuras.

* Ondas Love (L): Su movimiento es el mismo que el de las Ondas S, sólo que restringido a los intervalos de interacción entre las di­ferentes capas de la superficie terrestre. Viajan más rápido que las Ondas Rayleigh.

* Ondas Rayleigh (R): Tienen una trayectoria elíptica en el plano vertical orientado en la dirección en que viajan las ondas.

Medición de un terremoto

Se realiza a través de un instrumento llamado sismógrafo, el que registra en un papel la vibración de la Tierra producida por el sismo (sismograma). Nos informa la magnitud y la duración.
Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a través de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta ( y probablemente el mayor daño) y las centrales o corporales, que viajan a través de la Tierra desde su profundidad.
Las ondas centrales a su vez son de dos tipos: las ondas primarias("P") o compresivas y las ondas secundarias ("S") o cortantes. Lo interesante de estas ondas es que las "P" viajan a través del magma (zona de rocas fundidas) y llegan primero a la superficie ya que logran una mayor velocidad y van empujando pequeñas partículas de material delante de ellas y arrastrando otro tanto detrás.
Las ondas "S" en cambio, por ir más lentas van desplazando material en ángulo recto a ellas (por ello se les denomina también "transversales"). La secuencia típica de un terremoto es: primero el arribo de un ruido sordo causado por las ondas ("P") compresivas, luego las ondas ("S")cortantes y finalmente el "retumbar" de la tierra causado por las ondas superficiales.

El Sismógrafo: Sensibilidad y Precisión

Los sismógrafos son instrumentos diseñados para captar y registrar el movimiento producido por un sismo, a objeto de transformarlo en un registro gráfico. Fueron ideados a finales del siglo XIX y con el paso del tiempo se han ido per­feccionando, al punto de contarse hoy en día con equipos altamente sofisticados.
El sismógrafo más viejo del que se tiene conocimiento en Venezuela es el Sismógrafo Wiecher , el cual con­jugaba los sistemas de detección y de registro en un mismo bloque. Dicho sismográfo tenía un péndulo que pesaba 20 toneladas. Con el avance de la tecnología se fueron diseñan­do equipos más livianos y modernos, que solamente detec­taban el sismo dejando el registro del mismo a otro aparato, que amplificaba la señal para poder observarla y analizarla. Fue así como nació el sismómetro, el cual, como ya hemos dicho, cumple una única función: la detección. Una ventaja adicional de los nuevos aparatos es que se podían movili­zar, lo que era francamente impensable con el tonelaje del Wiechert, además su radio de acción es mayor, pudiendo detectar la microsismicidad y señales de otros eventos que se pudieran dar más allá de nuestra plataforma continental y en los países vecinos.
El pasar de un modelo a otro, aparte de significar un enorme adelanto tecnológico, permitió empezar a manejar el concepto de estaciones en red, aspecto importante porque permite una mayor cobertura de la actividad sísmica que se produce en el país. Luego aparecieron otros sismómetros más modernos como el S-13 y el Ranger.
Así como otros modelos, cada uno mejorado en relación al anterior o al de la competencia. Hoy en día, se cuenta con instrumentos de banda ancha (como el CMG-T40), que permiten mejorar la medición sismológica al estar integrados por componentes electrónicos que aseguran la captación del evento en tiempo.

¿Qué es una red de Estaciones Sismológicas?

Se le llama así al conjunto de estaciones que reportan los datos detectados por los sismómetros a una estación central para su registro y análisis. En función del área de cobertura, las redes sismológicas pueden ser:
- Redes mundiales. Tienen estaciones ubicadas en casi to­dos los países del mundo. Este tipo de red tiene la capacidad de localizar sismos en cualquier lugar de la superficie terrestre. Actualmente Estados Unidos, Alemania, Francia, China y Austria poseen redes de cobertura mundial.
- Redes nacionales: Son estaciones distribuidas en puntos estratégicos de cada país, con el fin de detectar cualquier tipo de actividad sísmica que se produzca.
-Redes locales: Se instalan con el fin de conocer con gran precisión la ubicación de los sismos locales y las fallas que los originan. Los mapas productos de estas redes sirven para orientar la construcción de obras de infraestructura.


Red Sismológica Mundial. Laboratorio Sismológico de Albuquerque USGS.

Red Sismológica de Venezuela

La Red Sismológica de Venezuela está soportada actualmente por dos subredes: la telemétrica y la sate­lital. Ambas subredes, así como la Red Acelerográfica Nacional, están en proceso de modernización. La Red Sismológica cuenta en los actuales momentos con 26 estaciones satelitales, localizadas en: El Llanito (Caracas), Birongo y Cúpira (Miranda), El Baúl (Cojedes), Carúpano, Güiria y Guanoco (Sucre), Villa del Rosario (Zulia), Las Mercedes del Llano (Guárico), Dabajuro, Jacura y Monteca­no (Falcón), Quebrada Arriba, Siquisique, Curarigua, Sana­rito y Terepaima (Lara), Pariaguán (Anzoátegui), Oritupán (Monagas), Socopó (Barinas), Capacho (Táchira), Caicara (Bolívar), Turiamo (Carabobo), Río Grande (Amazonas), isla La Blanquilla, isla Los Testigos, estando previsto instalar las 9 estaciones restantes en La Orchila, Amazonas, Bolívar, Apure, Mérida, Delta Amacuro y Carabobo.

Mapa de la nueva Red Sismológica Nacional Banda Ancha.

Aparte de las estaciones satelitales, se tienen 8 esta­ciones asociadas a la subred Telemétrica, las cuales envían la señal sísmica modulada en VHF a la estación central de El Llanito, donde se obtienen y analizan sus respectivos sismo gramas (ver Fig. 32 y esquema del proceso de recepción de datos, Fig. 33). Esta red tiene estaciones en: Caracas (Observatorio Cagigal y El LLanito), San Juan de Los Morros (Platillón), Falcón (Morrocoy y Cerro Antonio), Aragua (Las Ollas y Guacamaya) y Cojedes (Cerro El Oso).



Redes locales Corto Período de Venezuela



Funvisis también cuenta con 3 estaciones que cubren las regiones de Laguneta y El Tocuyo (estado Lara), y Santo Domingo (estado Mérida). En ellas el análisis de los sismogramas se realiza en el sitio. Esta información se envía a la estación central por vía telefónica o fax. Además, en Santo Domingo hay una estación sismológica de banda ancha, asociada a la Red Mundial IRIS (Incorporated Re­search Institutions for Seismology).

La Resvac, Red de Estaciones Sismológicas de Aper­tura Continental, como se conoce esta agrupación de estaciones, posee una estación central ubicada en la sede de Funvisis, en El Llanito, donde se concentra la infor­mación proveniente de todas las estaciones sismológicas para la determinación de las características del sismo: localización del hipocentro (epicentro y profundidad), magnitud, polaridad (compresión y dilatación) y fases del sismo (impulsiva y emergente).

Localización y cuantificación de un sismo

Localizar un sismo significa saber su ubicación geográ­fica y la profundidad a la cual se produjo. Los sismos se localizan a partir del tiempo que tardan las ondas en viajar desde el foco o hipocentro hasta el sismógrafo.


El lugar donde se produce un sismo se llama foco, su proyección sobre la superficie terrestre recibe el nombre de epicentro y la distancia entre el epicentro y la estación sismológica es la distancia epicentral.


El sismógrafo amplifica e inscribe los movimientos del suelo en una banda de papel (Fig. 40) o los envía como se­ñal digital a un computador donde se analiza, dando como resultado la localización del sismo, su magnitud y tiempo de origen, entre otros factores.


Cálculo del epicentro de un sismo


La ubicación del epi­centro de un sismo se realiza analizando, al me­nos, los sismogramas de 4 estaciones e identificando los diferentes tiempos de llegada de las ondas a cada estación sismológica. Como la velocidad de las ondas P es mayor que la de las ondas S y ambas se generan en el mismo punto (foco), el tiempo de arribo de cada onda a las estaciones sismológi­cas sirve para calcular el lugar de origen del sismo.





Diferentes registros del arribo de un sismo

Una estación sismológica proporciona la distancia del epicentro pero no su dirección, de allí la importancia de determinar con exactitud el foco. En el pasado, la loca­lización epicentral se realizaba de la siguiente manera: ocurría un sismo en la falla de Boconó, por ejemplo, y era registrado por las estaciones de El Tocuyo (TOV), Santo Domingo (SDV), Cerro El Oso (CEOS) y Cerro Antonio (CANV), con esta información se determinaba la distancia epicentral de cada estación, tomando como referencia la diferencia entre el tiempo de llegada de las ondas P y S luego, utilizando un mapa del área y un compás, se dibuja­ban cuatro arcos de circunferencia, tomando como centro las estaciones mencionadas y la zona donde los arcos se interceptaban determinaba el lugar, aproximado, de locali­zación del epicentro.

En la actualidad, Funvisis utiliza varios programas de Diferentes registros del arribo de un sismo para ubicar el epicentro de un sismo, requi­riendo como datos fundamentales el tiempo de llegada de las ondas P y S de, por lo menos, cuatro estaciones sismo­lógicas y el modelo de corteza terrestre de la región (pro­fundidades y velocidades de las capas que la conforman). Como resultado se obtiene la ubicación geográfica, la profundidad y la hora en la cual ocurrió el evento.

Magnitud e Intensidad de un terremoto

Mide la energía liberada y se expresa en la amplitud de las ondas sísmicas. El proceso de medición de la magnitud de un sismo ha pasado por diferentes etapas. En un primer momento la escala (ML) utilizada fue la de Richter (quien en 1930 introdujo el concepto de magnitud), pero la mis­ma fue diseñada para medir los terremotos de California y resultó poco práctica para las realidades de otros países. Posteriormente, se extendió el concepto de magnitud y se crearon otros métodos para su estudio, tales como el de Magnitud por Ondas Superficiales (Ms), Magnitud por Ondas de Cuerpo (Mb), Magnitud por Momento Sísmico (Mw) y Magnitud por Coda o duración (Mc). Los últimos dos sistemas son los más utilizados actualmente.
Ml Magnitud Local (Richter) Ml = log A – Log Ao
Ms Magnitud por Ondas Superficiales Ms = log A/T + Log D +3.3
Mb Magnitud por ondas de cuerpo(G y R) Mb = log A/T + Q(D,h)
Mw Magnitud por Momento Sísmico Mw = (2/3)log Mo –10.7
Mc Magnitud de Coda Mc= -3.0 + 2.6 log (T) + 0.001
Intensidad de un sismo
La intensidad es una medida subjetiva de los daños ocasionados por un sismo sobre la población, las cons­trucciones y la naturaleza misma. En 1902, Mercalli pro­puso una tabla de escala de intensidad, posteriormente modificada por Wood y Neumann en 1931. Esta escala es la más usada en América, mientras que en Europa se utili­za la MSK (por Medvedev, Sponhouer y Karnik). Ambas constan de 12 niveles.

Ingeniería Sismorresistente



Se puede decir que la ingeniería sismorresistente floreció en Venezuela después del terremoto de Caracas en 1967, donde, por fallas estructurales, edificios de reciente construcción para la época se derrumbaron. Hoy se puede hablar de un desarrollo sostenido de la actividad, siendo cada día más importante el aporte que recibe el sector de la construcción de esta disciplina, sobre la cual descansa la responsabilidad de establecer los parámetros que se deben seguir para el levantamiento de una construcción, sea cuál sea la naturaleza y uso de la misma, así como la proporción correcta de los materiales a utilizar.

El avance tecnológico también se ha hecho presente en el terreno de la ingeniería sismorresistente, la cual desechó el Coeficiente de Mayoración de Cargas como el único ele­mento a considerar a la hora de diseñar una estructura por otro concepto donde, además de estar presente este Coefi­ciente, se toma en cuenta la forma de la (s) estructura (s) con sus diferentes líneas de resistencia y otros elementos que la ayudan a que se comporte mejor.

Disposición geométrica de un edificio y efectos sobre la sismo resistencia

Son varios los elementos a considerar a la hora de evaluar la composición geométrica de una edificación: La simplici­dad, la simetría de volúmenes, la resistencia determinada por la forma, la disposición de los elementos estructurales y la sismo resistencia, elementos que le confieren un compor­tamiento homogéneo a la edificación ante la posible ocu­rrencia de un sismo; de allí que durante la etapa de diseño se debe procurar que la forma geométrica de la construcción se enmarque dentro de estos parámetros.





Simplicidad. Es necesario proyectar diseños sencillos que faciliten la distribución equilibrada de los elementos estructurales, evitando en lo posible formas irregulares.
Simetría. El diseño en planta establece una ubicación de las diferentes partes del edificio, de tal forma que sus volúmenes deben ubicarse de forma equilibrada respecto de los dos ejes que la cruzan.

Forma. La forma volumétrica más recomendable en construcción es la Regular, en la cual el volumen general del edificio se muestra compacto, sin irregularidades en su conformación geométrica, sin salientes o protuberancias; en fin, muestra una forma regular que lo habilita para resis­tir los efectos dañinos que un sismo le pudiera causar si su forma fuera diferente. La figura 45 da una idea del diseño que debe prevalecer a la hora de construir edificios.

Las formas Irregulares no son recomendables en la configuración geométrica general de los edificios. Es decir, edificaciones compuestas por volúmenes diferentes pero ligados unos a otros, que al ser afectados por el sis­mo se deforman y reaccionan de manera independiente no contribuyen al comportamiento homogéneo que es deseable y necesario para que las edificaciones respondan bien ante las fuerzas irregulares que un sismo comunica a la edificación.
Disposición de los elementos estructurales

Se debe evitar disponer todos los elementos estructu­rales en una misma dirección, pues si bien es cierto que la edificación resultante sería resistente a fuerzas sísmicas que se presenten en la misma dirección en que están localiza­dos las líneas resistentes (muros y/o pórticos), resultaría sumamente débil a fuerzas que viniesen en dirección per­pendicular.

Sismo resistencia

Es una propiedad o atributo del que se dota a una edifi­cación, mediante la aplicación de técnicas de diseño acordes con su configuración geométrica, y la incorporación en su constitución física de componentes estructurales que la ca­pacitan para resistir las fuerzas que se presentan durante un movimiento sísmico, lo que se traduce en protección de la vida de los ocupantes y de la integridad del edificio mismo.
La sismo resistencia de una edificación dependerá, en gran medida, tanto del tipo de materiales y componentes que la constituyan, como de la correcta relación entre ellos, es decir, no basta con dotar a la edificación de unos componentes resistentes, es necesario relacionarlos co­rrectamente entre si para que toda la edificación se com­porte de manera homogénea ante la presencia de fuerzas provenientes del sismo.
A continuación, se analizarán algunos aspectos funda­mentales para garantizar la sismo resistencia, a partir de las condiciones de relación entre los componentes de la edificación.
- La uniformidad: Debe ser una característica de una edificación sismorresistente y se logra cuidando que no se presente diversidad en los materiales que cons­tituyen los componentes que desempeñan trabajos similares.Por ejemplo, si los muros de carga son de ladrillo, no deben combinarse con otros vaciados en concreto o de otro material; si la estructura de soporte es en concreto re­forzado, no deben aparecer algunos elementos de soporte en madera, metal o ladrillo; si la cubierta está constituida principalmente en madera se debe evitar combinarla con elementos metálicos para realizar el papel de vigas.
- La continuidad de la construcción sismorresistente se da en dos sentidos:
a. Todos los ejes de los muros o pórticos que con­forman los diferentes espacios deben estar, hasta donde sea posible, alineados.
b. Debe conservarse la continuidad entre juntas y la unión horizontal de los elementos de mampostería a las vigas, así como la verticalidad de los muros y/o pórticos.
Norma Sismorresistente de Venezuela
Hablar de normas sismorresistentes involucra pensar en primer lugar y entre otros aspectos en mapas de zo­nificación sísmica y viceversa. A tal efecto, en la Norma Provisional de 1967 se incorporó como novedad el mapa de zonificación sísmica elaborado por Fiedler en 1959, a partir de la interpretación de los registros provenientes del Observatorio Cagigal. “Tal zonificación contrastaba con las Normas MOP de 1947 y 1955, pues incorporaba aspec­tos sismo tectónicos de nuestro territorio mal conocidos y hasta ignorados por los ingenieros hasta ese momento”. Dicha norma se ha ido enriqueciendo en la medida en que han sucedido otros eventos, a instancia de las autoridades con dominio sobre la materia o porque se ha avanzado en el conocimiento del tema.
“Lo que se ha ido aprendiendo sobre sismos venezolanos, se ha sintetizado en mapas de zonificación sísmica con arreglo a tres metodologías y objetivos diferentes: delimitaciones de zonas sísmicas ba­sadas en los efectos conocidos de sismos pasados; mapas en los cuales, además de los efectos de sismos pasados, se incorpora información tectónica y de registros sismografitos; y zonificaciones fundamentadas en modelos sismo tectónicos evaluados en términos probabilísticas. Además de incorporar nuevos aspectos, técnicos y constructivos que se han ido conociendo sobre el comportamiento de las estructuras ante los sismos y que mejoran su desempeño, con la finalidad de disminuir daños en las edificaciones”.
En relación a la contribución de Funvisis en los estu­dios de amenaza sísmica, la misma ha sido generada para su aplicación directa en el diseño ingeniería de infraestruc­turas con cualidades sismorresistentes. El producto más reciente de tales estudios es la publicación de la nueva nor­ma Covenin (1756-98), con carácter de aplicación obliga­toria, Edificaciones sismorresistentes, cuya vigencia es de enero de 1999 y la cual revisa y actualiza la norma anterior Cove­nin 1756-82, al incorporar todos los resultados generados por Funvisis desde inicios de la década de los 80. Dicha norma que ha dado lugar al mapa de zonificación sísmica, volvió a ser revisada a principios del año 2001, a los fines de incorporar todas las observaciones realizadas en el proceso establecido para tal fin. Cabe señalar que las investigaciones que en esta materia adelanta Funvisis están destinadas a caracterizar las condiciones geotécnicas y geo­lógicas de toda Venezuela, con miras a hacer estudios de micro zonificación en los centros poblados más afectados.

La norma y su filosofía

En el año 1998, el Consejo Su­perior de Fondornorma, aprobó la Norma COVENIN 1756 -98 (Rev. 2001) titulada Edificaciones Sismorresistentes que sustituye la Norma COVENIN 1756 -80-82. Edificaciones Antisísmicas, am­bas elaboradas por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas, Funvisis, a solici­tud de la Comisión Permanente de Normas para Estructuras de Edificaciones del Ministerio de Desarrollo Urbano, Mindur. Dicha norma tiene como filo­sofía que todas las edificaciones que se diseñen de acuerdo a sus lineamientos deben cumplir con las siguientes pautas:
a. Bajo movimientos sísmicos menores o frecuentes pueden sufrir daños no estructurales despreciables, que no afecten su operación o funcionamiento.
b. Bajo movimientos sísmicos moderados u ocasionales podrán sufrir daños moderados en sus componentes no-estructurales y daños muy limitados en los com­ponentes estructurales.
c. Bajo movimientos sísmicos establecidos en la Norma, utiliza­dos para el análisis dinámico de las estructuras, debe existir una muy baja probabilidad de alcanzar el estado de agotamiento resistente y los daños estructurales y no-estructurales sean, en su mayoría, reparables.
d. Bajo movimientos sísmicos especialmente severos, en exceso de los especificados en esta Norma, se reduzca la probabilidad de derrumbe aunque la reparación de la edificación pueda ser inviable económicamente. Debido a que la sismicidad es variable en el país, éste ha sido subdividido con fines de ingeniería en ocho zonas sísmicas (ver figura siguiente), distinguiéndose la zona siete como el área de mayor ame­naza sísmica y la zona cero como una zona sísmica.

Consecuencias

Consecuencias


Los terremotos producen distintas consecuencias que afectan a los habitantes de las regiones sísmicas activas. Pueden causar muchas pérdidas de vidas al demoler estructuras como: edificios, puentes y presas. También provocan deslizamientos de tierras. Otro efecto destructivo de los terremotos, en especial los submarinos, son las llamadas olas de marea. Puesto que estas ondas no están relacionadas con las mareas es más apropiado llamarles olas sísmicas o tsunamis, su nombre japonés. Estas paredes elevadas de agua han golpeado las costas pobladas con tanta fuerza como para destruir ciudades enteras. En 1896, Sunriku, en Japón, con una población de 20.000 personas, sufrió este destino devastador.
La licuación del suelo es otro peligro sísmico, en especial donde hay edificios construidos sobre terreno que ha sido rellenado. La tierra usada como relleno puede perder toda su consistencia y comportarse como arenas movedizas cuando se somete a las ondas de choque de un sismo. La actividad sísmica origina además de los conocidos daños en las edificaciones construidas por el hombre, diversas consecuencias en el medio ambiente. Según las características de la topografía, las características geológicas o tectónicas, los efectos en el medio ambiente pueden variar de una región a otra.Los sismos de gran magnitud pueden ocasionar deslizamientos de tierra en zonas de alta pendiente que presentan material poco consolidado, licuefacción en terrenos arenosos saturados de agua, cambios en el nivel de los ríos y lagunas, emanación de gases, reactivación de actividad volcánica entre otros. Las escalas de intensidad sísmica más conocidas consideran en su evaluación, los daños causados en las edificaciones, algunos efectos en la naturaleza, la reacción de personas y animales, todas estas evaluaciones permiten adjudicar un valor de intensidad.
En la actualidad una nueva escala de intensidades sísmicas conocida como la escala INQUA, y basada principalmente en los efectos en el medio ambiente, está siendo probada en varios países del mundo, entre ellos el Perú. Está nueva escala permitirá considerar adicionalmente a las tradicionales escalas otros parámetros importantes para evaluar la real dimensión de los efectos causados por los sismos en una determinada region Las consecuencias que pueda tener un terremoto dependen de su intensidad y del tipo de roca que forme el suelo. La tierra puede subir, bajar, abrirse en grietas o hundirse, producir avalanchas o deslizamientos.Si el terremoto se produce en una zona poblada los efectos suelen ser devastadores. En sismos intensos las casas y edificios pueden quedar totalmente destruídos, los puentes se caen, las calles y carreteras se rompen, las líneas ferroviarias se doblan y las líneas eléctricas se dañan. También pueden producir incendios que duran varios días. Al año los sismólogos registran en promedio unos 500,000 terremotos, aproximadamente 1 cada minuto; sin embargo, la gran mayoría de estos sólo son percibidos por los aparatos de medición llamados sismógrafos

Efectos

1) La sacudida no es percibida por los sentidos huma­nos, siendo detectada y registrada solamente por los sismógrafos.

2) La sacudida es perceptible solamente por algunas per­sonas en reposo, en particular en los pisos superiores de los edificios.
3) La sacudida es percibida por algunas personas en el interior de los edificios y solo en circunstancias muy favorables en el exterior de los mismos. La vibración percibida es semejante a la causada por el paso de un camión ligero. Observadores muy atentos pueden notar ligeros balanceos de objetos colgados, más acentuados en los pisos altos de los edificios.
4) El sismo es percibido por personas en el interior de los edificios y por algunas en el exterior. Algunas personas se despiertan, pero nadie se atemoriza. La vibración es comparable a la producida por el paso de un camión pesado con carga. Las ventanas, puertas y vajillas vibran. Los pisos y muros producen chasquidos. El mobiliario comienza a moverse. Los líquidos contenidos en reci­pientes abiertos se agitan ligeramente.
5) El sismo es percibido en el interior de los edificios por la mayoría de las personas y por muchas en el exterior. Muchas personas que duermen se despiertan y algunas huyen. Los animales se ponen nerviosos. Las construc­ciones se agitan con una vibración general. Los obje­tos colgados se balancean ampliamente. Los cuadros golpean sobre los muros o son lanzados fuera de su emplazamiento. En algunos casos los relojes de péndulo se paran. Los objetos ligeros se desplazan o vuelcan. Las puertas o ventanas abiertas baten con violencia. Se vierten en pequeña cantidad los líquidos contenidos en recipientes abiertos y llenos. La vibración se siente en la construcción como la producida por un objeto pesado arrastrándose.
6) Intensidad: Lo siente la mayoría de las personas, tanto dentro como fuera de los edificios. Muchas personas salen a la calle atemorizadas. Algunas personas llegan a perder el equi­librio. Los animales domésticos huyen de los establos. En algunas ocasiones, la vajilla y la cristalería se rompen, los libros caen de sus estantes, los cuadros se mueven y los objetos inestables vuelcan. Los muebles pesados pueden llegar a moverse. Las campanas pequeñas de torres y campanarios pueden sonar.
7) La mayoría de las personas se aterroriza y corre a la calle. Muchas tienen dificultad para mantenerse en pie. Las vibraciones son sentidas por personas que conducen automóviles. Suenan las campanas grandes. En algunos casos, se producen deslizamientos en las carreteras que transcurren sobre laderas con pendientes acusadas; se producen daños en las juntas de las canalizaciones y aparecen fisuras en muros de piedra. Se aprecia oleaje en las lagunas y el agua se enturbia por remoción del fango. Cambia el nivel de agua de los pozos y el caudal de los manantiales. En algunos casos, vuelven a manar manantiales que estaban secos y se secan otros que manaban. En ciertos caos se producen derrames en taludes de arena o de grava.
8) Miedo y pánico general, incluso en las personas que conducen automóviles. En algunos casos se desgajan las ramas de los árboles. Los muebles, incluso los pesados, se desplazan o vuelcan. Las lámparas colgadas sufren daños parciales. Pequeños deslizamientos en las laderas de los barrancos y en las trincheras y terraplenes con pendientes pronunciadas. Grietas en el suelo de varios centímetros de ancho. Se enturbia el agua de los lagos. Aparecen nuevos manantiales. Vuelven a tener agua pozos secos y se secan pozos existentes. En muchos casos cambia el caudal y el nivel de agua de los manan­tiales y pozos.
9) Pánico general. Daños considerables en el mobiliario. Los animales corren confusamente y emiten sus sonidos.­
10) Caen monumentos y columnas. Daños considerables en depósitos de líquidos. Se rompen parcialmente las canalizaciones subterráneas. En al­gunas casos, los carriles del ferrocarril se curvan y las carreteras quedan fuera de servicio. Se observa con frecuencia que se producen extrusiones de agua, arena y fango en los terrenos saturados. Se abren grietas en el terreno de hasta 10 centímetros de ancho y de más de 10 centímetros en las laderas y en las márgenes de los ríos. Aparecen además, numerosas grietas pequeñas en el suelo. Desprendimientos de rocas y aludes. Mu­chos deslizamientos de tierras. Grandes olas en lagos y embalses. Se renuevan pozos secos y se secan otros existentes.
11) Daños peligrosos en presas; daños serios en puentes. Los carriles de las vías férreas se desvían y a veces se ondulan. Las canalizaciones subterráneas son retorcidas o rotas. El pavimento de las calles y el asfalto forman grandes ondulaciones. Grietas en el suelo de algunos decímetros de ancho que pueden llegar a un metro. Se producen anchas grietas paralelamente a los cursos de los ríos. Deslizamientos de tierras sueltas en las laderas con fuertes pendientes. En los ribazos de los ríos y en las laderas escarpadas se producen considerables desli­zamientos. Desplazamientos de arenas y fangos en las zonas litorales. Cambio del nivel de agua en los pozos. El agua de canales y ríos es lanzado fuera de su cauce normal. Se forman nuevos lagos.
12) Daños importantes en construcciones, incluso en las bien realizadas, en puentes, presas y líneas de ferrocarril. Las carreteras importantes quedan fuera de servicio. Las canalizaciones subterráneas quedan destruidas. El terreno queda considerablemente deformado tanto por desplazamientos de terrenos y caídas de rocas. Para determinar la intensidad de las sacudidas sísmicas se precisan investigaciones especiales.
13) Prácticamente se destruyen o quedan gravemente da­ñadas todas las estructuras, incluso las subterráneas. La topografía cambia. Grandes grietas en el terreno con importantes desplazamientos horizontales y verticales. Caída de rocas y hundimientos en los escarpes de los valles, producidas en vastas extensiones. Se cierran valles y se transforman en lagos. Aparecen cascadas y se desvían los ríos.